Ovnis

Resulta interesante reflexionar sobre la cuestión planteada por el eminente astrofísico Carl Sagan; ¿por qué todo fenómeno paranormal desaparece -o no se produce- cuando hay un escéptico delante? En los años 60 el ilusionista James Randi ofreció mil dolares a quien aportara pruebas objetivas de cualquier fenómeno paranormal; en la actualidad este desafío ha evolucionado hasta conocerse como El Reto de Randiy su cuantía se ha elevado hasta el millón de dólares, a pesar de que la fundación no participa en el proceso de comprobación y que el método para aportar las pruebas es pactado entre el desafiante y los experimentadores, a día de hoy el premio permanece desierto.

OVNI significa objeto volador no identificado; esto no implica que la procedencia sea alienígena

Teniendo en mente el significado de este término, queda claro que el hecho de que un objeto sea identificado o no depende en gran medida de la formación y los conocimientos aeronáuticos del observador; frecuentemente se confunden fenómenos atmosféricos naturales y aviones militares con naves extraterrestres.

Según las afirmaciones de los ufólogos no es que una especie extraterrestre nos haya visitado, sino que lo han hecho como mínimo una docena de biotipos distintos; además, nuestro planeta parece ser una especie de imán de naves extraterrestres, ya que según las estadísticas ufológicas desde 1947 supuestamente se han avistado nada menos que 200 millones de ellos, describiendo además hasta 4 millones de naves distintas.

La mayor parte de la población confunde la posibilidad de que exista vida fuera de nuestro planeta con la certeza de que los alienígenas nos han visitado. Tan solo en nuestra galaxia existen más de cien mil millones de estrellas, este número tan desorbitado permite a la estadística afirmar que la probabilidad de que exista vida extraterrestre es considerable. No obstante, esta misma cifra nos puede servir de referencia para imaginar el esfuerzo que supone enviar a nuestro pequeño planeta esos 4 millones de naves; sin lugar a dudas para los visitantes de otros mundos nuestra especie es extremadamente interesante.

El término platillo volante nació en EEUU en 1947 por error

El 24 de junio de ese año Kenneth Arnold volaba en su avioneta en el estado de Washington cuando divisó nueve objetos volando en formación sobre el monte Rainer; en un primer momento pensó que se trataba de aeronaves soviéticas, por lo que avisó al FBI. En el informe redactado para el ejército norteamericano Kenneth indicó que parecían aviones a chorro, afirmando: "estoy convencido de que se trata de algún tipo de avión, aunque en muchos aspectos no se ajustaba a los tipos convencionales". Cuando comunicó a la prensa lo que había observado, hizo un símil para explicar el movimiento de las aeronaves: "se desplazaban como platillos saltando sobre el agua". A partir de ese momento miles de personas en todo el mundo empezaron a ver aeronaves con forma de platillos.

La procedencia de los extraterrestres va cambiando según aumentan nuestros conocimientos

Allá por los años 50, los primeros individuos que contactaron con alienígenas indicaban que éstos procedían de planetas pertenecientes a nuestro sistema solar, los más populares eran Marte, Venus, Saturno y Júpiter, e incluso había quienes aseguraban haber visitado ciudades en dichos planteas. Estas y otras afirmaciones fueron desmontadas cuando las agencias espaciales comenzaron a explorar los cuerpos celestes más cercanos a nosotros con sondas automáticas. En la actualidad, los ufólogos sitúan a los visitantes celestes en estrellas a varios años luz de distancia. Esta curiosa tendencia de situar su planeta de residencia fuera de nuestro alcance es extrañamente similar a lo ocurrido con la religión.

Los experimentos que dicen haber sufrido las víctimas de abducciones son cuanto menos extraños; llama poderosamente la atención la afición que tienen los alienígenas de practicar colonoscopias, haciendo uso de una tecnología que incluso para los terrícolas se está quedando anticuada, ya que ahora usamos una pequeña cámara con forma de píldora que toma instantáneas del sistema digestivo.

Bien merece la pena hacer uso del sentido común y no dejarse engañar por charlatanes, al fin y al cabo si existe un colectivo especialmente interesado en contactar con vida inteligente extraterrestre es precisamente el de los científicos, ya que los conocimientos que éstos les pueden revelar les ahorrarían muchísimas horas de trabajo.