Homeopatía

Más parecida a una fe que a un método de curación racional, la homeopatía ignora el método científico y se autojustifica mediante axiomas.

Lo semejante cura a lo semejante y la memoria del agua como principios homeopáticos

Considerada una pseudociencia, la homeopatía considera que la raíz de la enfermedad es espiritual y usa remedios que producen síntomas parecidos para curarla, así por ejemplo, para tratar el catarro utilizan la cebolla, ya que su aroma produce congestión nasal.

A esto hay que añadirle su principio de dilución extrema, que postula que cuanto más diluida está una sustancia más potente resulta, así una sustancia diluida cuarenta veces es más potente que una diluida quince veces. Este principio choca frontalmente con la bioquímica y la medicina convencional, que determinan que cuanto mayor sea la concentración de los principios activos mayores efectos produce (un gramo de paracetamol tiene más efectos que medio gramo).

En los preparados homeopáticos la dilución es tal que no queda ni una sola molécula del supuesto principio activo, los defensores de la homeopatía sostienen que no hace falta que el principio activo esté presente, ya que el agua tiene "memoria". La aplicación racional de este principio homeopático nos lleva a determinar que como cualquier molécula de agua a lo largo de su historia ha entrado en contacto con casi cualquier sustancia existente, un vaso de agua serviría como tratamiento para cualquier enfermedad imaginable.

La efectividad de la homeopatía es equivalente a la de un placebo

La revista médica The lancet publicó en agosto de 2005 un estudio con 110 ensayos clínicos en el que se determina de forma tajante que los efectos de la homeopatía son efectos placebo, en efecto existen multitud de estudios que apuntan a esto, no obstante, los defensores de la homeopatía afirman que dichos estudios no se adaptan al método homeopático.

El experimento más controvertido hasta el momento para demostrar la inutilidad de la homeopatía fue el denominado "suicidio por sobredosis homeopática" convocado el 6 de febrero de 2011 por la Sociedad de Escépticos de Meryside (Reino Unido), en el que multitud de voluntarios ingirieron grandes cantidades de somníferos homeopáticos sin experimentar más que una ligera subida de azúcar, para culminar el experimento ingirieron alcohol, sin llegar a mostrar ni un mísero atisbo de somnolencia.

A pesar de todo, existen individuos que afirman haber sido curados con remedios homeopáticos, pero ¿realmente han sido curados?, hay que tener en cuenta que existen muchas enfermedades que remiten de forma natural en mayor o menor grado, un claro ejemplo de esto es el resfriado común, nuestro sistema inmune es capaz de curarlo sin ayuda externa, a esto hay que sumarle el ya mencionado efecto placebo.

Los peligros de la homeopatía para la salud y para la economía

Si bien los tratamientos homeopáticos no contienen principio activo alguno y por tanto podemos considerarlos inofensivos "per se", resulta muy peligroso que los pacientes confíen por completo en los tratamientos homeopáticos y abandonen los tratamientos médicos convencionales, ya que enfermedades que se encuentran en estados de fácil tratamiento y recuperación pueden llegar a estados en los que son intratables.

Incluso en la homeopatía existe el fraude, los productos homeopáticos se venden sin un control estricto, por lo que muchos de ellos ni siquiera se pueden considerar homeopáticos. Esto nos puede llevar a gastar importantes sumas de dinero en unos productos que en el mejor de los casos no hacen absolutamente nada.

La falta de información sobre esta materia, la necesidad de algunos enfermos de encontrar algún tratamiento que alivie sus síntomas y el poco control sobre la venta de estos artículos suponen un peligro económico y sanitario para toda la población.




  •